Entendemos por Compliance a todo aquel sistema de gestión que persigue el cumplimiento normativo en las empresas. En estos sistemas se comienza por diseñar los elementos que van a garantizar que se cumpla la implementación de este programa. Es un requisito básico el contar con un seguimiento y una revisión constante.

Para implementar un sistema Compliance de gestión existe la norma ISO 37301:2021. También existen normas como la de la prevención de la corrupción, la ISO 37001:2016.

Operar dentro de la legalidad para evitar riesgos es una de las principales ventajas que te da el vigilar el cumplimiento de la normativa. Cada empresa tendrá diseñado un método para sus necesidades, pero existen algunos elementos comunes:

  • Una política de Compliance.
  • Unas normas de conducta.
  • Generar una métrica de los riesgos penales.
  • Conseguir una formación y comunicación eficaz.

El cumplimiento de estas normativas debe llevar inherente el apoyo de otros departamentos de la empresa para su buen funcionamiento.

Cómo mejorar el Compliance de tu empresa

Muchas de las acciones positivas que debe tener el Compliance es actuar sobre lo que ya se ha generado para poder mejorarlo. Por lo tanto, a continuación, detallamos algunas claves que los profesionales deben implementar para lograr aumentar los beneficios del Compliance.

Conocimiento del programa de Compliance

Contar en la empresa con una unanimidad en todos los procesos que se hacen es básico para el buen funcionamiento. En este caso, el conocimiento por parte de los empleados para que entiendan el Compliance será de gran importancia.

Al crear nuevas políticas y procedimiento, la información que tengan dichos procesos va a afectar al conjunto de la empresa, por ello el Compliance Officer, debe garantizar que existan programas de formación y capacitación de los empleados. Con ellos debe asegurarse el conocimiento, entendimiento y también, su cumplimiento.

Por otro lado, es muy importante conseguir que los empleados de alta jerarquía se preocupen por el desarrollo de estos documentos. Es fundamental que los que más conocen sobre la problemática de la empresa puedan informar sobre estas cuestiones.

Capacitación de los empleados en torno a la ética

Del mismo modo que hemos hablado de que los empleados deben tener un conocimiento y una formación sobre el Compliance que se vaya a implementar en la empresa, es esencial también que la ética empresarial tenga cabida en ello. Es óptimo conseguir que los empleados sean autónomos a la hora de resolver un problema y actuar con su sentido ético.

Integrar y comunicar unas pautas de disciplina

Cuando ya se han ejecutado los dos puntos anteriores es el momento de establecer unos cánones disciplinarios. Esto va en la línea de tomar medidas cuando las normas no se hayan adherido o se infrinjan por parte de los empleados.

Es decir, se va a comunicar cuáles van a ser las sanciones para aquellas personas que decidan saltarse el Compliance.

Conseguir puntos de apoyo

En toda organización debe haber alguien que encabece los proyectos y en este caso será el Compliance Officer. Esto no quiere decir que esta persona deba tener todo el mando o responsabilidad. Lo ideal es encontrar roles individuales que nos ayuden a generar comités. Ellos nos ayudarán en la discusión de temas importantes, siendo parte vital del proceso de Compliance.

Automatizar procesos

Cuando automatizamos los procesos podemos controlar los sistemas de una manera más fácil y que haga más sencillo el cumplimiento de cada tarea. Conseguir que la tecnología esté integrada en nuestro método nos hará liberarnos de tareas que son sistemáticas. Con ello conseguiremos destinar más tiempo a la mejora del programa de Compliance.

Comunicación con los interesados

El realizar preguntas claves a un grupo de personas que consideramos que son esenciales para el proceso nos puede dar una visión general sobre la eficacia del Compliance. Bien utilizadas pueden ser una gran arma en cualquier parte del proceso.

Por otro lado, también es importante conocer las expectativas y el nivel de satisfacción que han generado en los interesados. Esto puede ayudar a la empresa a obtener compromiso con la ejecución del programa y, por ende, mejorar los resultados.

 

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